No soy de madrugar... pero cuando lo hago no me pesa tanto. Hoy me tocó hacerlo para ir a dejar a mi papá al aeropuerto. Es chévere pasar momentos con quien le conoce a uno desde chiquito y conversar sobre lo que sea. Él se abre y uno también, dejando atrás las reservas de cuando eras adolescente y tenías que ocultarle cosas bochornosas o privadas.
Salí golpe de 04:00 de mi casa. Es chevere ver como la ciudad está desierta mientras pasas por los sitios que normalmente estan congestionados y llenos de gente y carros. "Ojalá siempre fuera así" pensé en voz alta mientras viajaba tranquilamente al otro lado de la ciudad.
Tipo 05:00, ya habiendo cumplido mi deber de hijo, pensé en qué hacer hasta que se aclare el día y el caos reine en la ciudad.
No se me ocurrió mejor idea que ir a 'la zona', un lugar que todo el día pasa atiborrado de gente y farra y que no he podido visitar con tranquilidad debido a la premura diaria y de los fines de semana. "Algo debe estar abierto" pensé.
Quise entrar a un o de esos night clubs que me han contado hay por ahí, pero me dio dolor de codo gastarme la plata en eso y para estar tan solo una hora. Además me pareció como medio peligroso entrar a un burdel solo.
Después busqué un café, pero solo el coffee three estaba abierto... y desolado. Me imaginaba entrar a ese lugar como un forastero que anda rodando por el mundo y cayó ahí.
Luego pensé en visitar a alguien. ¿Quién estaría despierto a esa hora? No soy de los típicos que tienen los miels de amigos incondicionales, entiéndase panas... panas, que están ahí siempre que necesitas, que te sacan de la cárcel o te acolitan en todo, así que aquel plan también quedó en nada.
Por último pensé en pasar por la casa de alguna 'ex' para ver si vivía por ahí, pero me pareció una pérdida de tiempo, así que decidí venir nomás al trabajo desde donde escribo ahora.
Para llegar hasta aquí pasé por La Carolina, donde a pesar de la madrugada, decenas de personas trotaban y se ejercitaban en la bici. ¡que envidia!. También pasé por el Centro Histórico y ahí pude ver el hermoso amanecer que cubría las iglesias y monumentos iluminados.
En fin, creo que el mejor momento que tiene Quito es a eso de las 05:00, sin tráfico, sin gritos, sin gente y con todo el tiempo del mundo.
Así que de hoy en adelante voy a madrigar... o mejor no, que rica es la camita, buenos días panas y como es muy temprano para destapar una cervecita, les pongo los 'cafeceseces' recién colados y de grano para que estemos bien despiertos.
Un abrazo.
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jueves, 2 de octubre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
Una ayudita para aguantar

Mi trabajo es estresante y según sondeos personales con otros colegas, es un mal general de la profesión. Un pajarito, o mejor dicho una pajarita me invitó a probar un arma secreta para poder soportar hasta el día siguiente sin morir en el intento. ¿Drogas? algo así, más bien vitaminas. Existen dos opciones en stock: Neurobión y Bedoyecta, ambas soluciones inyectables que recogen multivitaminas en un solo shot para recuperar la vitalidad.
Probé la Bedoyecta y el ingreso de esta densa solución en mi sistema no fue nada agradable. No recuerdo la última vez que me inyectaron en la nalga pero creo que el dolor nunca fue tan intensa... de otra forma la recordaría.
En la búsqueda del 'Red Bull' inyectable más adecuado, el dependiente de la farmacia identificó inmediatamente a qué me dedicaba: "Ah si, los de su profesión vienen a cada rato a comprar Benoyecta", dijo el simpático empleado entre risitas burlonas.
La aventura por descubrir el reconstituyente ideal concluyó hace 10 minutos y mi nalga izquierda está sufriendo el dolor de encontrar una manera para rendir más y estar más pilas.
"Es casi una tradición aquí" señaló la pajarita que también llevó a cabo el ritual para obtener mayor enegía y capacidad de respuesta.
Solo espero que esta fórmula mágica haga algún tipo de diferencia en mi y eso se evidencie en mi rendimiento... o si no, va a tocar probar otra cosita.
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